Quien Creen que Eres
Wilson se sentaba tres asientos delante de mí y era el típico chico callado del curso. El martes sacó un arma en plena clase, apuntó a nuestra maestra de literatura, la señorita Ramírez y le disparó dos veces en la cabeza. La mujer cayó pesadamente sosteniendo Rayuela de Cortázar entre sus manos. Todos sabíamos que algo así podía suceder. Hemos visto las noticias, ha habido otros casos similares. Nada es tan inesperado como queremos creer. Claro que al principio pensamos que todo era una broma, pero no era la clase de chico que juegan bromas. Tardamos apenas unos segundos en reaccionar, tiempo suficiente para que le apuntara a la cabeza a Laura Higgins y disparara nuevamente. Quizás hubo señales que decidimos no ver. Miramos hacia otro lado, incrédulos de lo que podría sobrevenir o demasiado crédulos de que no seríamos objeto del fatal destino. Porque diosito nos ama. La chica de cayó de espaldas al suelo y su cabellera rubia comenzó a teñirse de rojo carmesí. Su cuerpo t...