La Nada mas Grande de Todos los Tiempos

No quiero hacerme el puritano, pero extraño un poco cuando existía la vergüenza.

Si decías “pija” en tu casa, te miraban con cara de culo y, cuanto menos, te comías un regaño. Si, por casualidad, reproducías un audio con gemidos, esos que te mandaba alguno de los hijos de puta de tus amigos, te ponías tan nervioso que se te enredaban los dedos intentando apagar esa mierda.

Hoy la familia mira porno sentados en la mesa mientras comen. Las discusiones son a qué actriz le darían el premio por la mejor mamada o por qué actor se dejarían llenar la cara de leche.

La sexualidad se ha normalizado. Y no digo que eso este mal, solo que dan más importancia a lo sexual de lo que se merece. Hablar todo el tiempo de lo mismo llega a saturar.

Ya entendí que te gustan las pijas no es necesario que me muestres la boca abierta y preguntes que te metería en una historia de Instagram.

Vivimos en una época en donde puede considerarse abuso saludar con un beso o dar un abrazo, pero puedo ver a una persona completamente desnuda en casi cualquiera de sus redes sociales.

Antes mostrar un pecho en televisión era revolucionario. Me acuerdo cuando esperaba los programas nocturnos con el chorra en la mano con la esperanza de ver un pezón que me diera una razón para jalármela.

O cuando miraba los canales porno codificados, muy cerca de la pantalla para ver si podía distinguir alguna parte de un cuerpo en aquellas figuras distorsionadas. Las pajas que me debo haber hecho con porno gay sin siquiera saberlo.

Hoy en cualquier programa de cocina te enseñan a hacer un cunnilingus mientras cocinan un pollo para la cena.

Para empezar, roza delicadamente sus labios mayores y menores con tu lengua. Asegúrate de precalentarlo entre 180-200º antes de meterlo, aunque todo depende del peso y el tamaño. Luego aumenta un poco la presión y la velocidad y juega con sus labios menores. Combina los masajes con sutiles succiones. Luego de una hora puedes sacarlo y servirlo con una guarnición.”  

Todavía no son las diez de la noche y el conductor de uno de los programas de más vistos de la televisión, pregunta a sus invitados famosos: “¿Alguna vez tomaron merca del culo de un travesti?”

Nadie se ofende, ninguno se disgusta. Hay unas seis personas y todos tienen alguna anécdota que contar y se pelean por quien la expone primero.

—Una vez estaba lamiéndole los pezones a mi novio… —Comienza a narrar la chica rubia de grandes pechos con vestido corto y apretado.

El pudor ha desaparecido. Los límites entre lo público y lo privado se ven difusos.

No culpo al presentador, después de todo ¿qué les puede preguntar? Si casi todas las personas que invitan a ese programa se hicieron conocidos por mostrar el culo en algún lado o por participar de algún escándalo que tomo cierta notoriedad.

Y no digo esto con resentimiento, pero ves a cada pelotudo que no sabes con que demonio pactaron para tener la popularidad que tienen. ¿Habrá alguna guía en YouTube que me diga que pasos seguir para alcanzar la fama?

La chica sigue relatando su historia ante la mirada atenta de sus colegas. El conductor participa en la charla únicamente diciendo una y otra vez:

Que fuerte.

Y no es que esto pase solamente en televisión.

En twitter podés leer a diario como una chica que todavía no aprendió a lavarse el culo escribe: “Que ganas de comerme un pene negro” o que un chico que todavía va al secundario enseñe como se debe hacerse correctamente una felatio, mientras que mantiene una discusión acalorada con otros chavales, tan vírgenes como él, sobre las mejores técnicas para lograr la eyaculación femenina.

Todo tiene que ver con el sexo.

Te muestro mi pileta” Foto culo.

Viste mi pelo” Foto culo.

Estos son mis abuelos” Fotos de los abuelos en el bolsillo trasero del jean ajustado.

Hay publicaciones donde no sé si comentar que lindo o cuánto cuesta.

Y no solo son las chicas. Con los chicos pasa la misma mierda.

Te gustaría ver a mi nueva mascota” Foto polla.

Creo que me ha picado algún insecto” Foto polla.

Si quieres ver un streaming seguramente te topes con alguna una chica con un escote pronunciado te diga que la prostitución es una forma de opresión hacia las mujeres y que debería ser abolida. Pero que te mostrará un poco más si le donas diez pavos.

Vender packs se ha convertido en el trabajo más rentable de la juventud, y a pesar que tengas todo el porno gratis que quieras al alcance de la mano, te planteas seriamente en comprar alguno que otro.

¿Cuánto cuesta el de tu prima?

La intimidad se ha convertido en mercancía para el entrenamiento. Exponemos nuestra propia carne para el consumo de un mercado ávido de lujuria. El capitalismo nos ha devorado.

Antes, esta especie de exhibicionismo resultaba trasgresora. Pero cuando se vuelve común y ves a alguien en pelotas en cada puto lado que mires, se convierte en algo no solamente normal, sino hasta aburrido. Si, tenés lindo culo, pero la otra tenía un lunar en forma de luna en cuarto menguante que me ponía realmente duro. Ese límite entre la belleza y el cáncer me ponen a tope.

Hoy creo que trasgrede el que entiende que todo esto está bastante sobrevalorado.

Deberíamos encontrar la belleza alejándose del cuerpo. Claro que suma puntos si chupa bien la pija, pero está bueno admirar al otro por cosas que no pueda mostrar en su Instagram, que no piense en su Twitter, que no comparta en el muro de Facebook.

La chica rubia sigue hablando en el programa.

A mi novio le encanta el fisting.

—Eso es porque debe tener el ascendente en libra, como mi hermana —le contesta otro de los invitados mientras toma un sorbo de su copa de vino tinto.

—Qué fuerte —vuelve a decir el conductor.

Toda esta hípersexualización generalizada, ha provocado en mí una especie de tolerancia, hasta el punto que el porno tradicional no logra estimularme. Para lograr excitarme necesito dosis más poderosas de este narcótico visual.

Encuentro inexplicablemente aburrido siempre la misma escena con la chica bonita y con buen orto, comiendo el gran nabo de un tío musculoso. Necesito creerme la escena, entender porque el fontanero se folla a esa mujer. ¿Qué pasa después de que acaban? ¿El hombre terminará de arreglar el fregadero? 

Como las categorías comunes del porno ya no generan en mi ningún tipo de placer, necesito recurrir a cosas más intensas, experiencias más bizarras.

Buceo en las profundidades de la perversión, del morbo y hasta de lo escatológico, pero nada llega realmente a satisfacerme.

Cada vez que me masturbo, emprendo un viaje hacia el autodescubrimiento donde no solamente exploro categorías en las páginas que visito, sino también mis propios límites, para descubrir que no tengo límites.

Ya nada me resulta depravado o inmoral, todo es aceptable.

Me asombra que en el mundo de la lujuria no haya nada inexistente. Cualquier fantasía, por irreal o ilógica que parezca, existe y alguien, además de practicarla, la filma y la sube a internet para que sacies tu particular fetiche.

Las personas damos para todo. Compruébalo tú mismo.

Piensa en cualquier cosa y búscala en una página porno. Seguramente encontrarás a alguien que no solamente lo haga, sino que le guste hacerlo. Que le genere placer.

Adelante, ponte creativo.

La imaginación lejos de no tener límites es hoy una barrera.

Cuando finalmente logro llegar al orgasmo, me quedo un rato mirando con qué video llegue al clímax y me pregunto a mí mismo, cuándo me aburra de esto, ¿qué será lo siguiente? ¿puedo caer aún más bajo que esto?

Soy un asco. Soy lo peor.

Luego, y por alguna razón que desconozco, siempre me asalta la idea de morir en ese instante, con los pantalones bajos y viendo esa clase de pornografía. Me imagino al médico forense anotando en su planilla “murió mientras se tocaba viendo un video donde dos enanos tullidos le cagaban en el pecho a una vieja”

Por eso siempre que termino, cierro inmediatamente todas las páginas que tengo abiertas, no sin antes, claro está, guardar el video en favoritos.

Igualmente, no creo que un profesional de la salud no haya nada que no haya visto, de alguna u otra forma.

El programa termina y todos los invitados aplauden y saludan.

¿Fue el presentador de este programa al que internaron por una fisura anal debido a que se metió una botella por el culo?

Ah, no. Ese fue otro. 

Tomo mi celular y me pongo a stalkear a esa rubia que ya no puedo sacar de mi cabeza.

Rápidamente la encuentro en Instagram. En su primera foto está saliendo de una pileta con una malla diminuta mirando directamente hacia la cámara con libidinosa expresión.

Me tiemplan las manos al escribirle:

<Eres una mujer hermosa, pero no por tu físico porque no me gustaría que pienses que te cosifico, sino por como sos como persona, como hablas y como te desenvuelves frente a la cámara. Se nota que eres una mujer empoderada. No quisiera resultar irrespetuoso, pero siento que vibras muy alto y creo que podríamos congeniar. Soy de sagitario.>

Enviar.


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