Nuevos Dioses

Desde las cuatro de la mañana un pájaro canta desde una de las ramas del árbol que tengo junto a la ventana del dormitorio y no me ha dejado dormir.

Le he pedido varias veces que se calle, de formas poco amables, eso debo reconocerlo, pero ni puto caso.

Una razón más para comprarme ese rifle de perdigones que vi el otro día en la tienda del chino de acá a la vuelta. Por ahí así me entiende este pájaro de mierda, los tiros son en idioma universal.

Pero viniendo de ese chino… anda a saber si funciona.   

No tenía idea que carajo hacer tan temprano, así que puse a ver una película en Netflix, la nueva de superhéroes. Es una de esas adaptaciones de los comics creados originalmente para entretener a niños de doce años y que ahora disfruta gente madura de más de treinta.

Se puede ver que se preocuparon por representar a todas las razas para así parecer inclusivos. Hay afroamericanos, latinos, japoneses, indios y dioses nórdicos. Por supuesto algunos gay y lesbianas. Además, las mujeres son las más poderosas porque, claro, las clínicas abortistas no se pagan solas.

La súper capitana puede vencer a todos los seres del espacio ella sola. Porque es una mujer libre empoderada y feminista. Que usa la copa menstrual.

Seguro que tampoco se depila.

Para nada esto es una manipulación de los movimientos sociales por parte de las productoras cinematográficas con el objetivo de hacer dinero y seguir una agenda política.

Las heroínas en esta película están demasiado vestidas, seguramente porque no quieren sexualizarlas. Eso me dejó un poco desconcertado. ¿No son las feministas las que usan la desnudez como forma de protesta política? ¿Por qué se le niega ese derecho a Scarlett Johanson de protestar en la película, desproveyéndola de esa ropa tan opresora y patriarcal?

Ahora el dios nórdico aparece en cuero, mostrando los resultados de un buen gimnasio, una buena alimentación y un par o tres cirugías.

Confieso que ese cuerpo hegemónico me ofende. Representa un estereotipo de cómo debe verse un hombre, pero los hombres reales no nos vemos así.

Deberían presentar un modelo mucho más real del cuerpo masculino y acabar con la sexualización y la venta de la figura masculina como un simple objeto de deseo.

… Naaa, mentira. Me chupa un huevo.

El enemigo principal de la peli es un ser de otro mundo, para que todos estén conformes y nadie se sienta ofendido.

Eso hasta que se descubra la existencia de vida extraterrestre, en cuyo caso deberán buscar otro tipo de enemigo, como el cambio climático o el bullying en las escuelas, que se yo.

Greta Thunberg podría ser la nueva heroína que necesitamos, por lo menos actúa mejor que la capitana maravilla. Su latiguillo podría ser “como se atreven” con cara de asco.

Si no hay ideas siempre podemos usar a los Nazis, que como todos sabemos, son gente horrible y mala de cojones. Monstruos racistas, inescrupulosos y sin sentimientos que crearon la legislación más elaborada y completa en relación a la protección animal.

Nada tiene que la visión que tenemos sobre ellos es fomentada por la industria del cine y la televisión que esté controlada, casi en su mayoría, por la comunidad judía y que, lo que nos muestran en general, son los sucesos vistos desde su perspectiva, haciendo que cualquiera que se anime a criticar su postura sea considerado inmediatamente como un antisemita.

Zombies. Mejor usemos zombies.

Que se entienda, el nacional socialismo fue terrible, al igual que otras ideologías totalitarias y genocidas como el comunismo, que al día de hoy nadie la percibe como símbolo del mal.

Hasta hay gente que hasta sale con camisetas con la cara de Mao de forma no irónica.  

Curiosamente en esta película los extraterrestres parece que tienen género y el malo malote es hombre. Al menos lo parece por el físico, la voz y esa verga, que los pantalones ajustados no disimulan en lo absoluto.

Cada vez el CGI está más logrado.

Aunque está mal que lo diga, por ahí se autopercibe como una hembra del espacio exterior. No lo descarto. No quiero que nadie piense que soy transfóbico como JK Rowling.

No puedo esperar para leer a Harry Potter y el sexo biológico.

Hay un imprevisible giro final en donde el bando de los buenos, que estaba por ser derrotado, vence al mal y logran salvar al mundo.

Impactante.

¿Dónde he visto algo así? Una lucha del bien contra el mal cuyos protagonistas tienen poderes sobrehumanos y los buenos ganan al final… ha si, en la religión.

Los superhéroes se han transformado en la nueva y actualizada religión moderna. Bastante más entretenida que las viejas creencias, porque hay menos parábolas y más batallas de gente con poderes.

No te aseguran la vida eterna, pero entretienen en la terrenal, y eso en un puntazo.

Además, es una creencia politeísta y multicultural donde puedes adorar al dios que más se identifique contigo. Una deidad que pueda adaptarse a los conceptos más progres y sensibles de la sociedad.

Ya no existe más el concepto arcaico de que debemos seguir la doctrina impartida por una divinidad para pertenecer a una fe. Ahora es ella la que se debe adaptar a nuestras necesidades de millennials.

No matamos a dios, hicimos algo peor: Lo convertimos en un producto comercial.

Y en uno bastante mediocre. Con muchos efectos y explosiones, eso sí.

Tengo que reconocer que estuvo bastante entretenida la película. Por lo menos no hay nenas de once años excesivamente sexualizadas bailando como si estuvieran en un cabaret cutre como sucede en esa película francesa que vi hace poco.

Fue muy criticada porque la gran mayoría de personas no entendieron el mensaje de “sé quién eres no quien quieren que seas”.

Profundísimo.

Quizás no hacía falta tanta pedofilia para un mensaje tan simple.

El pájaro ya no canta, pero a esta altura no voy a dormir. Mi gato está hecho un bollo a los pies de la cama, desentendido de cualquier situación. Lo toco solo para molestarlo y le digo que debería ser él quien debió solucionar mi problema con esa ave.

Apenas abre los ojos, bosteza y me mira. Me lo imagino diciendo “Resuelve tus propios problemas” mientras baja la cabeza y sigue durmiendo.

 

NUEVOS DIOSES

Kodokushi

by Nielsen Gabrich